Vamos a tener entonces una final en idioma portugués, Brasil y Portugal. Ambos equipos llegarán inspirados para el partido de la gran final, y aunque el favorito para ganar es Brasil, podría ser que Portugal dé la gran sorpresa y se quede con el campeonato si Brasil se descuida.
Pero mucho cuidado con Portugal, es un equipo bien armado y consistente en todas sus líneas, tanto en defensa, al medio y también al ataque. Aunque Brasil quede campeón mundial tendrá que sudar muchísimo y esforzarse al máximo para derrotar a los portugueses, quienes prácticamente llegarán a la final sin nada que perder porque si pierden no sería sorpresa, y un segundo lugar es todo un triunfo para ellos. Ya Portugal se puede sentir satisfecho con haber llegado a la gran final.
Por el otro lado Brasil no está en las mismas condiciones, la expectativa en Brasil y en todo el mundo es que ganen la Copa, con llegar a la gran final no han logrado nada prácticamente. Si no ganan será un fracaso, se sentirán derrotados. Así son las cosas en Brasil, o ganan o ganan, ya que de lo contrario no lograrán el objetivo. En Brasil no perdonan a sus equipos cuando no ganan los campeonatos mundiales de fútbol sin importar la categoría, y en esta oportunidad no será la excepción.
Por lo tanto el manejo de grupo incluyendo la parte psicológica jugará un papel clave para el partido de la gran final, y en categorías juveniles como la Sub-20 no siempre los jugadores pueden manejar ese aspecto emocional. Si Brasil se descuida y no entra enfocado y concentrado en la gran final, Portugal le arruinará la fiesta.
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